El nacimiento de una leyenda (1964)
El Mustang vio la luz el 17 de abril de 1964, en la Feria Mundial de Nueva York. Ford quería crear un coche deportivo, accesible y atractivo para el público joven. El resultado fue un éxito sin precedentes: vendieron más de 400.000 unidades en su primer año, cuando esperaban solo 100.000.
Diseñado sobre la base del Ford Falcon, el primer Mustang ofrecía líneas agresivas, un precio contenido y una gran variedad de opciones. El término "pony car" nació con él: un coche compacto, deportivo y de precio razonable.
La era dorada y el músculo americano (1965–1973)
Con modelos como el Mustang GT350 de Carroll Shelby, el coche ganó respeto en el mundo del rendimiento. La competencia no tardó en llegar: Camaro, Challenger, Barracuda... todos querían su trozo del pastel. El Mustang creció en tamaño y potencia, hasta llegar a versiones como el Mach 1 y el Boss 429, verdaderos monstruos de los 70.
Crisis y decadencia (1974–1993)
La crisis del petróleo, las nuevas normativas de emisiones y el cambio de gustos del consumidor golpearon duro al segmento. El Mustang II (1974–1978), aunque más eficiente, fue criticado por su pérdida de carácter. En los años 80 llegó la tercera generación (Fox Body), más angular y sobria, pero con versiones interesantes como el Mustang GT 5.0 que devolvieron algo de gloria al modelo.
El renacer del músculo (1994–2004)
La cuarta generación trajo curvas más agresivas y una clara intención de recuperar el espíritu clásico. Ford mejoró motores y diseño, y el Mustang volvió a brillar. En 2001, la edición Bullitt, inspirada en la película de Steve McQueen, conquistó a los nostálgicos.
El Mustang moderno: herencia y tecnología (2005–presente)
En 2005, Ford lanzó una reinterpretación retro que enamoró a medio mundo. Con el diseño inspirado en el Mustang de los 60, la quinta generación fue un éxito rotundo. En 2015, por primera vez en su historia, el Mustang se vendió oficialmente en Europa y adoptó la suspensión trasera independiente, mejorando su comportamiento dinámico.
Llegaron versiones icónicas como el GT350, GT500 y la edición especial Bullitt 2019, con motores V8 que rugen como antes, pero con la tecnología de hoy.